Este es un avance de la investigación Análisis de las políticas públicas en materia de publicidad, obesidad y nuevas tecnologías que estamos desarrollando en la UNAM.
Se refiere al un nuevo etiquetado para los alimentos y bebidas en México, aprobado en la Cámara de Diputados en octubre de 2019. Esta es la primera medida relacionada con el tema de la obesidad adoptada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador derivada de iniciativas de organizaciones ciudadanas que durante varios años pugnaron por un etiquetado más claro.
La disposición aprobada el 22 de octubre por el Senado de la República establece el etiquetado con sellos de advertencia para alimentos procesados y bebidas no alcohólicas. En enero de 2020 se aprobó la norma oficial para el etiquetado (NOM51)
México tiene una tercera parte de población con obesidad y sobrepeso, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que 75.2% de la población de 20 años y más enfrenta un problema de obesidad. De 2012 A 2019 se incrementó casi 4% la obesidad.
La aprobación del etiquetado y de la norma dieron lugar a una discusión entre las organizaciones que pugnaron por el nuevo etiquetado y los anunciantes y organismos empresariales como ConMéxico y la ANTAD, entre otros. Estas posiciones permiten ver diversas ópticas relativas a la ética ante la promoción y los límites en la publicidad de alimentos de bajo valor nutritivo, sobre todo aquellos dirigidos a los niños.
A esto se suma la derivación de la publicidad y las promociones hacia los medios digitales, los videojuegos, el internet y el streaming, que ocupan el tiempo libre en las zonas urbanas. El escenario publicitario se complejiza con las nuevas tecnologías de comunicación y la movilidad de los consumidores a los espacios de comunicación no tradicionales, cuando los consumidores se van volviendo más difíciles de encontrar,
Los nuevos medios se han masificado en los últimos años atrayendo audiencias compuestas principalmente por jóvenes, esto ha provocado un creciente interés por parte de las marcas para anunciarse en este tipo de entretenimiento, que utiliza códigos y lenguajes de la cultura digital.
Uno de los retos que afronta la publicidad es que se enfrenta a consumidores más, críticos, mejor informados y permanentemente conectados a las redes de comunicación, con tendencias de consumo que apuntan a estilos de vida más saludables, a su vez, tienen gustos culposos como snacks, bebidas con alto grado calórico y dulces; así las marcas han cambiado de lenguajes, canales y modifican su manera de comunicarse.
Destaca cómo mientras crecía el problema de la obesidad y el sobrepeso, se fueron debilitando las regulaciones en publicidad y se dieron ventajas a los anunciantes de los productos altos en contenidos de grasa, azúcar, carbohidratos y sal, al otorgarse concesiones a quienes firmaran códigos de ética o convenios.